El propóleo es una resina natural recolectada por las abejas, principalmente de las yemas de los árboles, resinas vegetales y otros elementos naturales. Las abejas lo transforman añadiendo cera, polen, aceites esenciales y enzimas. Este compuesto pegajoso y aromático se utiliza principalmente para proteger la colmena de bacterias, hongos y otros contaminantes. Las abejas lo emplean para sellar grietas en la colmena y protegerla de infecciones. Existen diferentes tipos de propóleo, de acuerdo con la flora autóctona y las condiciones del entorno. Su color y composición varían según la región, y su calidad depende de factores como el clima, la estación del año y las plantas de la zona.

El propóleo contiene una mezcla compleja de compuestos bioactivos, incluyendo flavonoides, ácidos fenólicos, terpenos y enzimas. Estos compuestos son los responsables de las propiedades antibacterianas, antivirales y antiinflamatorias del propóleo. El propóleo de calidad, como el producido en Andalucía, es recolectado de plantas autóctonas, lo que asegura una mayor riqueza en estos compuestos.